Nuestro útero es el recipiente que acoge nuestro camino de vida ya sea residiendo en ti o no por la extirpación (histerectomía), va depositando todas y cada una de las experiencias vividas, registra sensaciones, improntas emocionales sexuales traumáticas, memorias transgeneracionales sistémicas desarmónicas
De esta manera, la energía encuentra obstáculos en su tránsito natural. En nuestro útero queda poco espacio para la gestación y la creación de hijos o proyectos o relaciones armoniosas, placer y abundancia de existencia o económica
Mediante la respiración y una profunda conexión con este espacio, expandimos los nudos o bloqueos existentes del dolor retenido, transitando y liberando las emociones
Cuando nos separamos del vientre materno y empezamos a aprender cómo hemos de hacer para que nos quieran, olvidamos la espontaneidad y la naturalidad de nuestra expresión y la fluidez en la inhalación y la exhalación